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LA DELGADA LÍNEA ENTRE LOS BUENOS Y LOS GRANDES

Michael Phelps: “Yo siempre me focalicé en el final del camino. En esa meta final que trataba de lograr. Todos los días no se disfrutan ni siempre es divertido, pero si quiero lograr lo que me propongo pasaré por altibajos afuera y adentro de la pileta. Y tendré que hacer cosas cuando no tengo ganas. HACER COSAS CUANDO NO HAY GANAS DE HACERLAS SEPARA A LOS BUENOS DE LOS GRANDES. Yo les haría la pregunta a ustedes: “¿Quieren levantarse de la cama y hacer su trabajo todos los días?” Si uno levanta la mano, le diría que es un mentiroso, porque todos tenemos malos días o días en que no queremos hacer nada. Mi carrera no fue perfecta, pero siempre traté de estar preparado lo mejor posible."

Es parte de una entrevista de hace unos meses del mejor nadador de la historia a un medio argentino, pero que he visto hoy. Y me ha parecido muy oportuno traerla un viernes como artículo de opinión. Porque muchos se preparan para competir este fin de semana o lo harán en fechas próximas tras un periodo de entrenamientos. No todo el mundo va a triunfar, no todo el mundo logrará sus objetivos. Influyen muchas cosas: la genética, la suerte,... y luego cada uno pondrá las excusas que considera oportunas.. Pero quizás nadie se ponga a pensar que quizás en todo este proceso no ha dado todo lo que tenía. Que sí, que entrenó duro días que estaba muy motivado, que los domingos con la grupeta dio la cara, que se ha cuidado con las comidas, ... Pero, ¿qué hay de esos días que llovía y ya no apetecía tanto salir al exterior? ¿qué hay de esos días en que estás agobiado con el trabajo, con la familia y lo que menos te apetece es mover unos vatios determinados o alcanzar un tiempo en unas series? ¿y esos "caprichos" comiendo o bebiendo, porque , total, tu no eres "profesional"?

Es muy difícil encontrar el día perfecto. Ese en que te levantas y estás lleno de energía , te asomas por la ventana y luce el sol, la temperatura es perfecta , estás supermotivado porque tu objetivo está cerca... y sientes que te comes el asfalto. No, la mayoría de días son todo lo contrario y más para alguien que no es profesional que ve como se multiplican las dificultades.

Nadie dice que hayas de rendir y hayas de sacrificarte como lo hizo Phelps en su día porque al fin y al cabo él se ganaba la vida con eso y encima era el número uno. Pero luego no quieras compararte a tu nivel con un rival que quizás ha hecho cosas que tú no. Quizás físicamente sea parejo a ti. Mentalmente desde luego que no.

La foto elegida no es casual. Podría haber escogido alguna de Phelps en pleno esfuerzo, tocando la pared de la piscina en primera posición o recibiendo una medalla. Pero no, pongo una con la cabeza gacha, la mirada hacia abajo, gesto taciturno... lo apropiado para muchos de los días que tenemos. Esos en donde debemos hacer cosas cuando no tenemos ganas de hacerlas. Lo que separa a los buenos de los grandes. Ni más ni menos.

   

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